Reims, 17 de marzo de 2020
1955 es un año excepcional en la historia de los vinos de champagne, forma parte del firmamento de los mejores años del siglo XX con los milesimados 1928, 1929, 1945, 1990 y 1996. La casa está realmente satisfecha de haber recuperado una rara botella de champagne Chanoine Frères Brut 1955.
El año 1955 en Champagne
Para Chanoine Frères y las demás casas de champagne, 1955 fue un año muy favorable. Tras las inquietudes por las heladas primaverales, las vendimias en Champagne fueron excelentes, con uvas de calidad y una abundancia mayor de la prevista. Las vendimias tuvieron lugar a comienzos de octubre, bajo el sol, después de las lluvias de septiembre, bienvenidas por hacer engordar las uvas.
En Champagne, los rendimientos por fin vuelven a ser los de antes de la guerra y seguirán creciendo. Gracias a la reconstrucción del viñedo, a la plantación de nuevas cepas y al comienzo de la motorización de las explotaciones, con la llegada del tractor zancudo a partir de 1952, se abre un período de fuerte crecimiento de la producción y el comercio de los vinos de Champagne.
Es también el comienzo de la era del enoturismo, puesto que en 1953, el Comité Interprofesional de viticultores y casas de champagne (C.I.V.C) inauguró “La Ruta del Champagne” que permite entonces recorrer los viñedos en tres itinerarios — de Reims a Épernay por la Montagne de Reims, la orilla derecha del valle del Marne en el oeste y al este de Épernay y la carretera de Épernay hacia la Côte des Blancs.
1955, un año de éxitos
Esta reactivación en Champagne, de la cual este hermoso milesimado 1955 es un símbolo, acompaña una nueva era de prosperidad económica en Francia.
Desde el final de la Guerra, la riqueza nacional ha aumentado un tercio. Por primera vez, Francia exporta más mercancías de las que importa, a lo que las expediciones al mundo de casi 12 millones de botellas de champagne representaron una espumosa contribución.
Otros dos elegantes símbolos del dinamismo francés recuperado iluminan este año 1955. Caravelle, florón de la aeronáutica nacional hará su primer vuelo antes de convertirse en el primer birreactor comercial en el mundo producido en serie.
Y en el Salón del Automóvil de París en el Grand Palais, el lanzamiento del Tiburón o Citroën DS crea sensación. Este coche revolucionario con su línea aerodinámica y de múltiples innovaciones técnicas se convierte rápidamente y durante dos decenios en el rey de la carretera… ideal para recorrer con glamour y comodidad los hermosos itinerarios de la Ruta del Champagne.
La botella de champagne Chanoine Frères Brut 1955, bella y buena
La etiqueta de la botella de champagne Chanoine Frères Brut 1955 se aproxima mucho a la de la botella del Brut Milesimado 1926 recientemente recuperado — misma sobriedad, misma tipografía inglesa sobre fondo blanco. Figura también en el collarete el motivo de la cometa cuya estrella y estela son, desde el “año de la cometa” en 1811, un atributo simbólico de los años excepcionales en Champagne.
En contraste con la simplicidad de la etiqueta, la riqueza del collarete laborado en negro y oro, bajo el capuchón dorado gofrado, atrae la mirada. En el dorso del cuello se puede leer: “Es en 1730 cuando Chanoine Frères obtiene de la ciudad de Épernay la autorización para escavar allí la primera bodega de champagne”. Esta mención hace referencia a la historia de la Casa y más exactamente al fundador Pierre Chanoine, joven comerciante de 32 años que bajo el reino de Luis XV fue el primero que pensó en cavar bodegas para mezclar en ellas los vinos de la región.
Isabelle Tellier, Bodeguera de la Casa Chanoine Frères, aclara “Podríamos perfectamente abrir esta botella milesimada. Por una parte, las burbujas tienen un efecto conservante, puesto que el gas carbónico contribuye a limitar la oxidación del vino. Por otra parte, 1955 no es tan viejo para un champagne milesimado, sobre todo para este año excepcional.
Podemos suponer, en efecto, que, con la calidad de esta vendimia, el equilibrio entre acidez y azúcar haya sido especialmente favorable a una larga crianza. No obstante, para una botella de esta edad, antes de su apertura hay que velar por la ausencia de pérdida de vino, que demostraría una fuga por el corcho.”